Beatriz García
Los tiempos modernos nos proporcionan una amplia facilidad para acceder a información en cualquier momento, incluso a tener más de una fuente para profundizar, conocer diversos puntos de vista, tener múltiples formas de acceso a datos, etc.
En general, la mayoría podemos coincidir que todo esto es bueno; sin embargo, hace falta prestarle atención a las consecuencias del internet y su fácil acceso en cualquier momento. Por ejemplo, para buscar información.
Primero que nada las personas ya no memorizan información, por ejemplo: antes nos aprendíamos los números telefónicos “importantes” como el de familiares, amigos o la pareja; ahora muchos de nosotros no sabemos ni nuestro propio número de memoria y esta situación va más allá de la pereza de memorizar, más bienes una cuestión de practicidad subconsciente, latente en todos nosotros, simplemente pensamos “para que me lo aprendo si en cualquier momento puedo leerlo desde la agenda de mi celular”.
Una mecánica similar sucede con toda la información que tradicionalmente aprendíamos en la escuela, ahora es más rápido y sencillo hacer una búsqueda en la web y conocer de manera casi instantánea y práctica cierto dato que respiramos para la tarea, la exposición o el examen; dejamos de lado el leer un texto completo para entender lo que llevo a ese dato conciso que nos brinda el internet.
Esto termina por afectar nuestras capacidades no solo de memorización, sino de comprensión lectora, de análisis, nuestra capacidad de enfrentarnos a problemas reales de la vida cotidiana, volviéndonos en una sociedad más torpe aunque con más acceso a conocimiento.
Finalmente, la tendencia más reciente es dejar por completo a un lado a todos los textos, ya que ahora hay vídeos que de manera audiovisual la información está resumida y digerida de una infinidad de textos muy buenos, los cuales tristemente con el paso de los años nadie leerá, más allá del creador del video que sintetiza el contenido de dicho texto.
¿No me crees? Analiza cómo duermen los niños de hoy en día, ya no piden que les leas un cuento, ahora piden que les pongas un material audiovisual, en sus tiempos de ocio no toman libros para leer, ingresan a YouTube a ver, sin entender realmente, un sinfín de temas.