Después de cumplir la mitad del plazo establecido para la modernización del transporte público son pocos los vehículos que han instalado cámaras de vigilancia o botones de pánico.
El pasado mes de octubre se realizó el incremento a la tarifa del transporte público de $1.50, excluyendo a discapacitados, estudiantes y personas de la 3ra edad.
Tras este aumento se tomó el acuerdo que los concesionarios mejorarían sus sistemas de seguridad implementando cámaras de vigilancia, botones de pánico o bien sistema GPS, para lograr con esto que los usuarios del transporte se sientan seguros al viajar recordando que la ciudad de Puebla ocupa el número 1 en inseguridad.
Pasado el lapso de tiempo establecido para dicha remodelación son pocas las rutas y unidades que han implementado estos sistemas de seguridad con evadiendo los acuerdos ya establecidos.
Además, que la mayoría de las unidades ya han cumplido su vida útil y hoy en día se presentan como un riego para los pasajeros que en ella abordan y para la sociedad.
No obstante, los asaltos al transporte publico continúan, la población esta inconforme con el alza del pasaje, ya que según se hizo con el fin de mejorar el servicio de movilidad y que el uso de este fuera seguro no se ha logrado.
¡LOS USUARIOS EXIJEN UN MEJOR SERVICIO!
Los concesionarios en respuesta a esta inconformidad respondieron que aún siguen negociando el pago de modernizar sus unidades, debido a que todas las empresas proveedoras de estos sistemas de seguridad han elevado los costos de sus productos.
Los chóferes siendo ellos quienes pagaran por estos sistemas comentaron que es difícil, ya que no hay un notable incremento en el pasaje debido a que muchos adultos quieren pagar la tarifa de $6.00 establecida para estudiantes con credencial y es por eso que no hay una ganancia considerable.
El sindicato nacional informó que las unidades que no cuenten con la prometida modernización serán removidas y canceladas.
Lo de hoy:
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