El Auditor Superior del Estado Francisco, José Romero Serrano, no pretende dejar la mina que dicen lo ha hecho millonario en tan solo dos años y meses que lleva al frente donde perdió el piso y se sintió Dios en el poder.
Pero de la noche a la mañana todo le ha cambiado al Auditor, quien de ser un hombre de confianza del gobernador Miguel Barbosa, ahora se volvió un funcionario mal visto y que tiene completamente cerrada la puerta de la oficina principal de Casa Aguayo, desde donde tienen bien medidos los tiempos de la destitución del Auditor Superior del Estado que será por faltas graves que hará el Congreso del Estado donde operará la Comisión de Control, Vigilancia y Evaluación y no dude que los tiempos se le acortan a Francisco Romero Serrano, quien a pesar de defenderse por la vía legal ya tiene lista la documentación de su entrega-recepción.
En la misma Auditoría se comenta en voz baja que el jefe anda muy nervioso y de un genio insoportable, porque sabe que pronto será destituido y con él se irán el auditor forense y demás colaboradores cercanos incluyendo su futuro yerno al que le encanta aparecer en redes sociales y quien lleva apenas unos meses cobrando en la Auditoria.
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