Por Brenda Trujillo
Escucho a lo lejos,
Una serenata sin precedentes,
Atada a mi caos,
Y a mis sentimientos,
Nada pertinentes.
Me declaro la guerra,
¡Basta de conformidades!
¡Basta de superficialidades!
¡Basta de monotonías!
La aflicción no aminora,
Pero la libido me tienta,
Se convierte en mi razón de ser,
En una burbuja deseosa que explota,
Dentro de mí, sin parar.
Me declaro la revolución,
No hay marcha atrás,
He ideado una canción,
Para mis voces extrañas,
Melancólicas y oscuras.
Me desbordo con fuego,
Estoy en trance,
Mi ilimitado desasosiego,
Irradia en el vértice,
De mi pulcra y envenenada alma.
Me declaro el oscurantismo,
Romanticismo y hedonismo,
Mundos miserables,
No caeré en su trampa,
Me zafaré de sus redes,
Y seré un caballo que galopa,
Con ahínco y de forma inusual,
Para evitar que me clave un puñal.