Habitantes de la junta auxiliar de San Miguel Espejo cerraron la carretera del mismo nombre para exigir que clausuren una fábrica de composta, ya que emite olores muy fétidos. Los inconformes indican que esta situación los pone en riesgo ante el coronavirus, puesto que se han enfermado del estómago y han registrado síntomas de enfermedades respiratorias.
Al menos 100 ciudadanos se dieron cita en la carretera para pedir a las autoridades locales y estatales que analicen el lugar, ya que consideran que los olores que emite este lugar son anormales. Además los hanitantes opinan, la composta debería instalarse lejos de las viviendas, ya que además de los malos olores, atrae a los perros callejeros.
“Al lugar le llamamos el compostero que es donde elaboran los abonos orgánicos, lo malo es que lo hacen con viseras de animales como pollo y puerco y en sus fosas o en donde descomponen todo esto, el olor no se queda, se esparce y es muy intenso. Las familias se están enfermando del estómago y pues ya habíamos hablado con los dueños para que se quitaran pero ahora resulta que no y la gente se inconformó”, declaró Mauricio Marcial uno de los habitantes de la zona.