Un par de botas, un gorro, un cubrebocas N95, una bata, dos pares de guantes y prácticamente un “Dios te bendiga”, médicos y enfermeras del Hospital de La Margarita del IMSS en Puebla suben al piso dos e ingresan al área de aislamiento donde se encuentran todos los pacientes con coronavirus.
Una enfermera que ya fue enviada a ese lugar, explicó que prácticamente solo hay una enfermera y médico por paciente. La trabajadora del área de la salud explicó que a ella le tocó estar con un bebé de 4 meses de edad que está solito al final del pasillo y, aunque no se ha confirmado que tenga Covid-19, el pequeño presenta muchos problemas respiratorios.
Esta enfermera también comentó que hay un retraso en los horarios de todas las enfermeras ya que las jefas de enfermería no llevan un control del personal que está adentro y una vez ingresando al área, prácticamente te quedas olvidada.
La compañera salió llorando porque ingresó desde la mañana y no había comido. Una vez estando ahí adentro ya no puedes hacer nada. Yo no podía entrar a cambiarla porque no estaba la persona que nos desinfecta al salir y entonces ella debía permanecer adentro, narró la enfermera a este medio.
Además de su kit, el personal debe ingresar con uniforme quirúrgico y arriba de este se coloca la bata. En la capacitación que recibieron hace algunos días, les informaron que a ese piso se iban a mandar charolas desechables dado que todo lo que entra ahí, incluyendo equipo médico, ya no puede ser utilizado de nuevo.
Sin embargo, esas charolas no han llegado.
Es falso, no nos han dado esas charolas. Entre compañeras tenemos que estarnos gritando para pasarnos las cosas porque nadie se preocupa por estar al pendiente o saber si nos falta algo.
La trabajadora del hospital de La Margarita explicó que ella y la doctora que estaban a cargo del bebé de 4 meses de edad solicitaron una “bomba” para poder pasarle los medicamentos al pequeño pero no se las quisieron entregar porque todo equipo que entra ya no sale.
Nos dijeron que ya no nos iban a dar más, que no podían estar metiendo más equipo a esa área porque prácticamente ya se daba por perdido.
Incluso, los familiares del pequeño tuvieron que comprar paracetamol y la enfermera proporcionó medicamento que ella cargaba en su bolsa.
No nos querían dar nada, prácticamente ahí iba a estar viendo como el bebé se me broncoaspiraba.
Entre llanto por la desesperación de no poder hacer nada y miedo, la enfermera comentó que ella salió una hora después de su turno. Todo lo que portaban lo tiran en ese mismo lugar y al salir hay una persona que los desinfecta.
La verdad no sé qué es, te rocían algo pero arde un poco.
Ese día, la enfermera aseguró que hubo más de 20 ingresos al área y a diario tienen defunciones, por lo que difieren totalmente con las cifras presentadas por el gobierno.
Que la gente crea, por favor. Yo nunca había entrado a esa área, incluso es muy diferente comentarlo o vivirlo en otro punto de hospital a estar ahí adentro, es horrible.