El domingo de ramos es el acontecimiento que marca el final de la cuaresma y el comienzo de la Semana Santa, sin embargo, debido a la crisis que provocó la pandemia del coronavirus, los poblanos ya no rezan en los templos o disfrutan del sol en las playas o balnearios; muchos están resguardados en sus casas para mantener el aislamiento social.
La Semana Santa en Puebla arrancó “sin pena ni gloria”, pues el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ordenó la suspensión de todas las actividades no esenciales en el país hasta el 31 de abril de 2020, y pidió mantener una “sana distancia” de al menos metro y medio entre cada individuo.
Debido al cierre de algunos templos y a la suspensión de actividades que representen altas aglomeraciones de personas, este domingo 5 de abril, la misa de ramos en la Catedral de Puebla se llevó a cabo sin creyentes y sólo participó el arzobispo Víctor Sánchez Espinoza.
La procesión del viernes santo, que se llevaría a cabo el próximo 10 de abril y que tradicionalmente recorre la Catedral, el “gallito” y avenida Reforma, también fue cancelada para salvaguardar la integridad de los ciudadanos.
Esta Semana Santa no será como las de años anteriores, cuando los turistas vacacionaban en Puebla y las familias visitaban las iglesias; por el contrario: la crisis económica azotó a los micronegocios y la mayoría de establecimientos se encuentran cerrados.
Los únicos negocios que pueden permanecer abiertos durante la contingencia son gasolineras y vendedores de Gas LP, distribuidores de agua potable, industria de alimentos y bebidas (no alcohólica, mercados, supermercados, tiendas y abarrotes, alimentos preparados, transportes de pasajeros y de carga,
Además de la producción agrícola y pesquera, productos de limpieza, ferreterías, servicios de mensajería, guarderías y estancias infantiles, asilos, refugios para víctimas de violencia, telecomunicaciones y medios de comunicación, además de servicios Funerarios.
Durante la semana santa los poblanos tampoco podrán acudir a los balnearios, ya que tanto el gobierno de Puebla como el Ayuntamiento de la capital solicitaron el cierre de este tipo de establecimientos.
La crisis también azotó a las pescaderías, pues sus ventas cayeron hasta 70% durante la cuaresma en mercados como el 5 de Mayo y en comparación con años anteriores, las personas ya no hicieron largas filas para comprar.
El pasado 1 de abril, el presidente de la Cámara Nacional del Comercio en Puebla (Canaco), Marco Antonio Prósperi Calderón, declaró que más de 7 mil negocios ya bajaron sus cortinas en el primer cuadro de la ciudad.
Y ese mismo día, el centro comercial Angelópolis, una de las plazas más importantes de la ciudad de Puebla también cerró sus puertas por primera vez luego de 20 años.