Por Brenda Trujillo
El tiempo de la fémina evoluciona, jamás acaba.
Desde hace slgunos años, ante la defensa de la mujer, resaltaba de forma propia el lema: “ni hipocresía de fémina a fémina”. Si ella lucha por sus derechos y la de sus compañeras, no debería fomentar el machismo, envidia y odio entre mujeres por causas de hombres.
Por ejemplo: Si un hombre engaña a una mujer, ella no se debe ir en contra de la mujer con quien la engaña y denominar que es: zorra o señalarla completamente culpable. El marido, pareja sentimental o sujeto tiene más responsabilidad, pero en muchas casos ellas no lo ven así. He ahí la prioridad del foco de atención ante nuestra batalla en Día de la Mujer.
Ella son ensoñación,
Un alma profunda,
Que merece ser respetada,
La mejor arma es su unión.
Todo florece si están juntas,
Su brillo alimenta,
Pero si se vuelven enemigas,
El propósito se marchita.
Entonces, en este año de conmemoración, hago la siguiente reflexión, en la que nos aplaudimos por el avance de nuestra batalla, ante la no represión contra las mujeres, pero asimismo destaco que las violaciones y el machismo sí continúan prevaleciendo en diferentes ámbitos.
En ocasiones, eventos desafortunados son cubiertos por las mismas mujeres que lo padecen y del entorno, puede ser familiar. Es el acontecimiento más paradójico y lamentable.
Es decir que una esposa sepa que su esposo viola a su hija, pero no lo acepte, ni haga justicia. Ahí, ambos están cooperando para el seguimiento de una línea histórica del machismo.
Entonces, repetimos y enaltecemos un año más de la lucha para posicionar mejor a las féminas, pues lo que ha ocurrido actualmente es que por la difusión y el crecimiento de los derechos para las mujeres ya hay más reconocimiento oficial.
Pero el machismo ha adquirido otros tintes, a veces es más disimulado porque es más criticado y reprobatorio, pero las grandes ligas lo siguen ejerciendo.
He ahí donde surge la nueva forma de combatir el machismo y también al hembrismo, el feminismo no quiere una réplica del machismo pero en figura femenina. La línea feminista prioriza la justicia, el no abuso y sus beneficios y derechos humanos, sin importar el género.
Así que, la batalla no ha terminado, se ha transformado acorde a la época, pero hay que recalcar la pretensión de la perpetuidad del machismo (el cual es inculcado y favorecido por ambos sexos) con rumbos más oscuros.