La odisea electoral y las múltiples visiones de la ciudadanía

Por Brenda Trujillo

Por Brenda Trujillo

Los resultados de las elecciones prometen esperanza. Pero, hay pensamientos y sentimientos encontrados en cada grupo de habitantes mexicanos.

Están los que siembran totalmente su esperanza en un partido político o en las propuestas de los candidatos y los futuros gobernantes, hay quienes apoyan ciertas ideas y visiones de los personajes públicos, pero no se ciegan por ellos.

También radica el sector escéptico, es decir entran en el rango de anarquismo porque los integrantes consideran que nadie es apropiado para gobernar y todos los aspirantes son lo mismo, sin importar a que partido político pertenezcan.

Cada uno tiene sus razones y son válidas, por eso vivimos en una democracia, cada quien tiene derecho a ejercer su voto o a no ejercerlo. Sin embargo, en el clima electoral debe quedar claro que los gobernantes no son “dioses”, tampoco ya no cabe la dictadura. Son representantes del país y del sistema elegido.

El error del ciudadano es considerar que votando por un candidato o partido político cambiarán, de un momento a otro, todos los aspectos negativos como la violencia, inseguridad, economía, el empleo, la pobreza. El error del gobernante es prometer que transformará todos los males sociales, a sabiendas que hay situaciones que ni ellos mismos pueden combatir tan fácilmente, porque ya están arraigadas al sistema.


Un ejemplo es el narcotráfico, ya sea un partido de derecha, centrista o de izquierda no tiene el poder absoluto para eliminar el problema, pues es una cadena de corrupción de muchos años atrás.

Los gobernantes son los mediadores para poder disminuir esos perjuicios que acechan a la sociedad. No obstante, una realidad es que no van a poder efectuar todo lo que prometen, claro que, unos en mayor medida.

Razonemos como ciudadanía que podemos elegir al candidato que más nos guiñe el ojo, el más simpático para nosotros y que haga click con nuestra visión. Unos pueden mejorar ciertos rubros porque se enfocan más en lo social y las circunstancias deplorables en las que se encuentran algunas zonas marginadas, otros pueden centrarse en lo empresarial para que se dispare la economía y tengamos más números a nuestro favor en el país.

Todo depende de lo que te haga más sentido a ti como habitante mexicano. Así que lo importante de las elecciones, independiente de la preferencia política, es entender el panorama actual de México y el régimen que tenemos. Sin desdeñar, recriminar, criticar al que apoya a una opción diferente a la nuestra.

En el marco de las elecciones de este 2 de junio de 2024, en el cual se declara como histórico porque todo apunta a que tendremos a la primera presidenta mujer en México. Sheinbaum o Xochtil. No hay más. La historia la habrá, ya que impera en los rostros mexicanos desde incertidumbre, enojo hasta emoción, impacto y progreso.

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