El 5 de Mayo se conmemora el triunfo del ejercito mexicano sobre las fuerzas invasoras de Francia en 1862. El general Ignacio Zaragoza lideró la batalla y es especial su victoria por derrotar a uno de los ejercitos más destacados de la época y evitar una ocupación más importante en el país.
México pasaba por un momento crítico pues la Guerra de Reforma entre liberales y conservadores recién acabo un años atrás, en 1861. Además, la situación económica del país se encontraba delicada e inestable, ya que grupos políticos antagonistas solicitaron préstamos al extranjero para la mencionada guerra que pretendía obtener el gobierno del país. Esto ocasionó que, para 1862; Inglaterra, España y Francia empezaran a pedir de regreso el dinero prestado.
El presidente en ese momento, Benito Juárez, pidió una prórroga al pago, lo logró con España e Inglaterra en los Tratados de la Soledad firmados el 19 de febrero de 1862 en el puerto de Veracruz. De esta manera, los gobiernos españoles e ingleses aceptaron las condiciones de pagos del estado mexicano.
No obstante, Francia, decidió aprovechar la frágil situación social y económica del país para hacer una intervención militar para tener control territorial en el continente americano. Por ello, las tropas francesas avanzaron hacia la Ciudad de México, comandadas por Charles Ferdinand Latrille.
Antes de a la Batalla de Puebla, el ejercito mexicano y el francés lucharon en Acultzingo el 2 de mayo, con victoria para la milicia europea. El general Ignacio Zaragoza decidió retirarse y establecer una base militar en Puebla para diseñar su estrategia y contar con el apoyo del sector conservador mexicano, comandados por Francisco Márquez.
El ejercito comandado por Ignacio Zaragoza logró detener al experimentado ejercito francés con ayuda de tropas de Oaxaca dirigidas por Porfirio Díaz, así como del sexto Batallón de Guardia Nacional del estado de Puebla. Asi fue como México consiguió una de sus victorias más recordadas y celebradas en su historia.