P.C.
Adoro tu pragmatismo, desde que te conocí es una de las cualidades que aprecio más…
Duro, sincero y directo, teniendo pláticas de intelecto y de cualquier tema intrascendente, siempre me parecía interesante nuestro trato. Me viste fuerte y débil… Y apoyaste mis dos versiones.
Admiro que, pese a tu dureza, mostraste mucha empatía por mí, desde que íbamos en la Universidad, hasta ahora…
Te quiero; adoro tu ironía. Me siento fortalecida cuando estás a mi lado de modo remoto, pues hay temporadas sin vernos, pero te pienso constantemente…