Brenda Trujillo
COVID-19, Coronavirus, SARS-CoV-2 , son palabras que están dominando al planeta, a cualquier sitio que se voltee, el tema es el famoso virus que está contagiando y matando a personas de Puebla, en el resto del país y en distintas partes del mundo.
En el 90 por ciento de la conversaciones y declaraciones prevalece el tema del Covid-19; en la casa, trabajo, calle, política, economía, SALUD, cancelaciones de eventos, medios de comunicación y en las super valoradas redes sociales, las cuales no tienen piedad y expresan desde lo más consciente y preocupante hasta lo más tonto y absurdo.
Múltiples teorías y opiniones salen a la luz; desde que es un arma biológica para reducir el número de población hasta la afirmación de que es una cortina de humo esta “dichosa enfermedad“. Por otro lado, se hallan las posturas de las personas, las que consideran que es una situación muy grave, casi apocalíptica y no quieren salir de su casa para nada porque sino se contaminarán y están aquellos incrédulos, sin acatar las medidas de prevención y piensan que este coronavirus sólo es una molestia a sus vidas.
Ambas visiones son exageradas y siempre es difícil lograr la neutralidad, pero partiendo de estas realidades, el punto es que la sociedad no se encuentra lo suficientemente preparada para combatir una pandemia y determinar la gravedad de los casos.
El problema de la mayoría de los mexicanos es que cree todo a ciegas o los contrarios, quienes rechazan la veracidad del Covid-19 y desacatan las órdenes, aunque sean para su bienestar. Es por esa razón que es difícil llevar a cabo adecuadamente una emergencia sanitaria como la que se acaba de declarar hace unas semanas.
La clave para combatir situaciones como estas radica en la mente, pues es lo suficientemente preocupante el COVID-19, pero no lo suficientemente grave como para creer que muchos morirán de esa enfermedad.
Hay que admitir que el impacto mediático es enorme, las noticias están inundadas de ese tema, todo gira en torno a eso. ¡Es el escándalo del mundo! Muchos otros temas de importancia están quedando atrás, ya se sabe que se trata de la batalla de la vida y la muerte. Pero hay que reflexionar el panorama, ahora que se están guardando en sus casas es tiempo de hacerlo y no de entrar en una paranoia irracional.
Ni unos ni otros, no hay que tomárselo a la ligera ¡Es correcto! Pero, tampoco generar una desbordada alarma y empezar a difundir información falsa. Hay que tener cuidado. Quizá sea tiempo de permanecer unidos como sociedad y no estar generando otro tipo de problemas, tal vez sea tiempo de calmar los desacuerdos e inconformidades entre las diferentes personalidades, ideologías y creencias, porque parece que hasta se intensifican en esta época de pandemia.
Es el momento para reflexionar y no estar hartos de permanecer en un mismo lugar, se puede salir a tomar aire fresco o hacer ejercicio en los alrededores de la colonia con cautela, pero jamás aburrirse, es tiempo de innovar, pues quien más se aburre es quien menos tiene imaginación y cultura.