Por Brenda Trujillo
Tiempos Covid: diciembre
Estando atrapados en la “Nueva Normalidad” y con el hartazgo de escuchar la palabra “Covid” por doquier, el ir y venir de los días se notan diferentes y fríos en plena época decembrina; sin embargo, desde que inició el desate de la nueva enfermedad se han generado divisiones, se encuentran aquellos que actúan como si “nada nuevo pasara”, otros se aterran por los efectos mortales y atípicos que conlleva una pandemia y también figuran los humanos con una visión más equilibrada y analítica, que intentan comprender las distintas posturas.
La falta de aceptación ante la realidad que disgusta es uno de los problemas de las sociedades del mundo. Por esta misma razón, la evasión del presente fomenta la inconsciencia de los individuos. Las personas serenas y que intentan tener un control ante un panorama catastrófico, alientan a las que perciben muy oscuro el porvenir, sin remedio y consideran que nunca se podrá volver a salir a las calles.
En antagonismo, también hacen entender a los desinteresados que el virus no es un juego y se deben tener diversas prevenciones, pues la gente, en ocasiones no es muy limpia y en estos momentos la “cero suciedad” es esencial. Es muy difícil poner en práctica la balanza de la razón.
Por naturaleza, el humano pondrá por encima su satisfacción, el sacrificio cuesta y muchos lo ignoran. Es muy difícil crear una cordialidad. Las diferencias han sido más notorias, la tristeza y desesperación pueden reinar en algunos hogares, pero independientemente de los estragos por el Covid-19 la actitud de la gente no ayuda, a veces se les ofrece una mano y la rechazan o quieren más.
A parte del desgaste físico o de la consecuencia mortal, lo que puede conducir a la ruina de las ciudades es la forma en la que se ha interpretado y actuado ante las repercusiones de una pandemia. No hay blanco o negro. No es culpa de los gobiernos. No es una conspiración maligna, claro que sí pueden existir intereses económicos mundiales, pero no es una estrategia de las autoridades para mantenerlos a todos en sus casas. Hay muchas falsas suposiciones en torno al Covid-19 y eso afecta en demasía a una pronta recuperación y a un acato correcto de las medidas sanitarias.
Es menester observar las diferentes posturas, por más incrédulas o tontas que sean, hay que analizarlas para poder erradicarlas y de esta forma, cultivar a las mentes. Para sobrevivir, hay que tratar de que la melancolía no invada a las familias, es necesario estar alerta ante cualquier detalle, pero también disfrutar los días que restan de 2020.
Épocas difíciles impulsan una buena reflexión y un crecimiento personal, quien tenga vacaciones se le invita a sentarse y valorar los latidos que aún le queden, abrazar simbólicamente a sus seres queridos, permanecer juntos con la famosa “sana distancia”.
En general, se recomienda hacer una agenda para 2021, para continuar sobreviviendo con la “Nueva Normalidad”, ya que esto no acabará aún, hay que prepararse, pero no en el sentido negativo, no a todas las personas les afectó de la misma manera el coronavirus, hay quienes indirectamente tuvieron buenas oportunidades. No todo es opaco. El contrapeso lo ponemos nosotros, hay que fomentarlo y nada mejor que una buena copa, junto al árbol navideño, para comenzar a planificarlo.