Por Brenda Trujillo
Nos recuerda a ti,
El algodón,
Yo estoy en ti,
Como un acordeón.
Escucho el sonido,
De tu vocecita,
Tan dulce y tierna,
Ya hiciste el recorrido,
Y viviste la tormenta,
Pero tu alma es serena.
Desapareciste con la luna,
Pero reviviste en la estrella,
Dejaste la cuna,
Y te convertiste en parábola.
Fiel ensoñación,
Tu coloración,
Salvó mi vida,
Te sacrificaste,
Con honor y de,
Una forma osada.
Semidios, ángel,
O todo a la vez,
Eres mi coronel,
El que me da paz.
Dulce criatura,
Te llevo el universo,
Por una razón,
Eres un elixir de ternura,
Tu acto armonioso,
Fue nuestra gran lección
Te queremos,
Simbólicamente,
Aunque ya no estés,
Eres la adoración,
De nosotros,
Perseverante y eternamente,
Ya no te preocupes,
Eres el detonante,
De mi transformación.