El famoso “lugar de perdición” y centro de trabajo en el que nos conocimos nos ha traído muchas venturas y desventuras. Pero una de las mejores, fue el haberte conocido.
La primera vez que hablamos te vi muy inocente y pequeña, aún sigo pensando que lo eres por tu porte constante de estudiante. Desde el momento, en que entablamos una conversación supe que nuestra amistad sería a largo plazo y aunque, hemos tenido nuestras diferencias por mis impulsividades y te has enojado….
(Ironía: ¿A quién no he hecho enojar?)
Creo que la hemos ido superando. Siempre te seguiré apoyando cuando lo requieras, últimamente no he podido hacerlo como antes, pero sabes que haré lo que sea posible. Extraño esos mini reventones en el departamento, cuando llegabas en plena madrugada despertándome… o viajábamos…
Puedo sentir esa vibra de tu lealtad, estoy agradecida porque pese a mis intensidades me has acompañado los últimos 6 meses de forma virtual, ya que no nos hemos podido ver…
Profeso mi cariño enormemente hacia ti…