A.M.
La situación es diferente. Mi agradecimiento proviene desde una red de apoyo distinta a la de mis amigos y familia, en este caso la tuya, que aborda los lares de la psicología.
Te incluyo en los apartados de mis dedicatorias porque siento que, de una u otra manera, me has ayudado bastante en los últimos meses. Inconscientemente, me he centrado en ese soporte de apoyo cuando he creído que todo está perdido y decadente.
Agradezco por intentar usar todos los recursos y medidas posibles que inciten al mejoramiento de mi estado crítico.
La fragilidad me hace titubear, pero mi historial me provoca pensar que “estos momentos” los anexaré como uno de mis mejores relatos. Asimismo, que mi interacción con las personas y que valoro sean recordadas de forma perpetua.
En este caso, nunca me había atrevido a confiar tanto en el ramo de esa especialidad de la psicología y me parece magnánima esa enseñanza.
Gracias por la fortaleza de abordar a mis tempestades.