Ayer por la tarde, los accesos a las carpas improvisadas para la atención en el Mercado de Amalucan lucieron bajo el agua.
Los comerciantes reclamaron que con el proyecto de demolición del espacio no se puede entrar ni salir sin mojarse los pies, lo que disminuye e inconforma a la clientela.
Asimismo, los locales se encontraban en mala condiciones por el agua, por lo que presentaron documentos a instancias gubernamentales para cancelar la obra.