He visto partir a tantas personas, pero Lety, ha sido de las que más me ha dejado un profundo dolor con su partida.
Lety, fue Directora de Salud en el gobierno actual del Municipio Palmar de Bravo, Puebla. Trabajamos en conjunto con los servicios de colposcopía y examen de la vista en su comunidad, atendiendo en una semana casi 600 personas, en su municipio en el año 2019.
Ella sí fue una verdadera guerrera, una luchadora social que se jugó literalmente la vida ayudando a los demás en esta pandemia. Mientras exponía su vida, en el mismo ayuntamiento se burlaban de ella, todo el tiempo le negaron el presupuesto económico para poder realizar su trabajo, con sus propios medios y su mismo sueldo adquiría junto con el regidor de salud lo básico para tratar de detener la ola que crecía sin piedad. Cuando les pedía que extremaran medidas de higiene y crearan estrategias, mientras exponía día a día su vida, los demás se la siguen jugando, haciendo fiestas, reuniones sociales, partidos de fútbol, etc.
Lety duele porque su voz nunca fue escuchada. Cuando el presidente Municipal de Palmar de Bravo, Hilario Martínez Alcántara, se contagió de Covid-19, se le atendió en una institución privada, hasta que se recuperó.
Cuando Lety se contagió, realizando un trabajo sin ninguna medida de protección que le brindara el ayuntamiento, (porque el presidente decía que esa regiduría no existía) el presupuesto era destinado a obras públicas o bien para realizar grandiosos bailes anuales, gastando millones de pesos para que todo los municipios aledaños, supieran del poder adquisitivo del municipio Palmar de Bravo, midiendo su popularidad según el grupo musical que tocara en la fiesta patronal, o que tal en su informe de gobierno anual, para eso siempre había de más.; Lety, aún después de solicitar que se cerrara por unos días la presidencia municipal, el presidente dió la orden de no cerrar y dijo que si alguien enfermaba por covid-19, él no les iba a pagar los gastos, ni incapacidad y los iba a hacer firmar sus renuncias.
Ella, no tuvo la fortuna que el desalmado presidente le diera la oportunidad de que se atendiera en una institución privada, el presidente le dijo que la enviarían a la institución de salubridad en el hospital general de Cholula, que no podían hacer por ella nada más y que por cierto, firmara su renuncia porque no la iban a recibir cuando ella volviera, pero a Lety no le dio tiempo llegar a Cholula ni de volver para ser despedida, se perdió tiempo tratando de convencer al presidente ya que ella no contaba con recursos suficientes para atenderse en institución privada como el presidente y solo pudo llegar al hospital general del norte, donde en menos de 10 horas perdió la batalla.
En mi vida, no he visto a alguien tan querido como ella, su partida duele, su repentino adiós me hizo saber que cualquier día podemos ser tú o yo. Dios quiera que como Lety, estemos verdaderamente preparados para ese momento que puede estar más cerca de lo que pensamos, ojalá que todos estemos listos para llegar ante la presencia de Nuestro Señor y nos quedemos en el lugar que nos ha prometido. Lety, sé en dónde estás, ese es mi consuelo, espero algún día poder encontrarte nuevamente.
Pérdidas que duelen. Y como en todas las injusticias, no me quedaré callada, el presidente de la República, tiene que estar enterado de estos delicados sucesos. Que se castigue a quien resulte responsable y los que están padeciendo bajo el régimen dictador de este imprudente tirano, no tengan miedo levantar la voz, Lety luchó sola hasta el final como una verdadera guerrera llena de valor. Únanse y juntos lleguen hasta le Palacio Nacional a exigir justicia, que pruebas, son lo que sobran.
Q.E.P.D nuestra Lety.