Abarrotadas es como lucen casi todas las sucursales bancarias de la capital poblana.
Los usuarios afirman que el tiempo de espera es de más de dos horas bajo el rayo del sol, ya que sólo dejan realizar 5 movimientos por persona.
Se estima que la esta situación se debe a que muchos bancos continúan cerrados, por lo que los pocos que están abiertos están saturados.