La llegada tardía de pacientes a las unidades médicas es lo que ha aumentado las cifras de muertes por COVID-19, pues el tiempo que transcurre entre el inicio de síntomas y la defunción es de 11 días, en promedio, reportó el director de Salud Pública y Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud, José Fernando Huerta Romano.
En tanto, los días que pasan entre la solicitud de atención médica y la defunción es de cinco a seis días, precisó durante la videoconferencia que presidió el gobernador Miguel Barbosa Huerta, en la que presentó un balance de lo que ha representado para las y los poblanos la pandemia.
En este contexto, refirió que en cuatro meses de la pandemia de COVID-19 en Puebla, las acciones de reconversión hospitalaria han permitido que la infraestructura no esté rebasada; además, en los últimos 10 días disminuyó la positividad de los casos de 70 al 44 por ciento, la letalidad bajó siete puntos y se logró una tasa de recuperación del 74 por ciento; sin embargo, la reactivación económica deberá ser paulatina y ordenada con responsabilidad de todos los sectores.
El funcionario de salud señaló que la tercera parte del territorio poblano -57 municipios-, no ha registrado ningún caso positivo de COVID-19, no obstante el estado en el ranking nacional se ubica en el lugar 13 en el número de contagiados por cada 100 mil habitantes; respecto a los casos activos, puntualizó que la entidad se ubica en la posición nueve a nivel país.
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