Después de anunciarse la cancelación de visitas al penal de San Miguel por contingencia, alrededor de 50 familiares de reclusos se apostaron en la entrada del Cereso estatal para exigir el ingreso a las instalaciones y así poder entregarles dinero y comida a sus internos.
Los inconformes denunciaron que la comida que en el Cereso se les proporciona solo de lunes a sábado, es comida en mal estado y en ocasiones echada a perder, además de que en el operativo de la madrugada del lunes pasado les quitaron su dinero, por lo que no tienen con qué pagar todo lo que les cobran adentro.
Pese a que dijeron estar de acuerdo con las medidas sanitarias, también les preocupa que sus familiares puedan enfermar por la ingesta de comida en mal estado.
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