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Demonios nocturnos y eróticos
Era de noche. Sonia estaba en la calle, a lo largo había una gran avenida solitaria, no pasaban coches ni personas. El asfalto estaba alumbrado por unas luces de carretera, Sonia se acercó a ellas, cuando sus ojos hicieron contacto directo, su cuerpo se tambaleó y se cayó. Tirada, se oponía a levantarse y observaba el cielo nocturno y estrellado, su cabeza le daba vueltas… Podría asegurar que estaba embriagada de tequila y mezcal, aún sentía el sabor, su estómago había llegado al límite y su garganta retenía el líquido inevitable generado por el exceso de bebida, pero a su boca no le placía desecharlo.
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